POR JULIA THORNTON EL 5 DE OCTUBRE, 2019.
Al comienzo del año académico, el Centro Schacht para la Salud y el Bienestar promulgó dos cambios notables para aquellos que tienen seguro de salud proporcionado a través de la universidad. Actualmente, el 40% de las estudiantes utilizan el plan de seguro médico para estudiantes de Smith College (SMESC), que brinda cobertura completa para una variedad de servicios médicos, incluyendo visitas a hospitales, salas de emergencias y especialistas.
Debido a que el seguro médico es obligatorio en Massachusetts, las estudiantes tomando 25 créditos o más en Smith se inscriben automáticamente en SMESC; aun así, muchas estudiantes renuncian esta opción por un plan privado de seguros médicos, con cobertura comparable.
El seguro también cubre servicios preventivos, como exámenes físicos, exámenes de detección, evaluaciones ginecológicas, y la mayoría de los procedimientos de inmunización y servicios de salud mental para pacientes hospitalizadas y externas. Cualquier costo se cubre cuando el titular utiliza proveedores dentro de la red, es decir, proveedores o servicios de atención médica que tienen un descuento negociado con la compañía de seguros. Proveedores fuera de la red pueden requerir costos pagados por cuenta propia, que no necesariamente estén cubiertos por SMESC.
El deducible para SMESC, o el costo que debe pagar el titular para activar la cobertura cada año, es $150. Según la directora del Centro Schacht de Salud y Bienestar, Pamela McCarthy, esto es “relativamente bajo” para un deducible de seguro. Por ejemplo, el Plan Azul para Estudiantes de Amherst College, un plan de seguro similar disponible para los estudiantes de Amherst College, tiene un deducible de $300 al año, que solo se activa si el estudiante usa un servicio fuera de la red.
El primer cambio importante es que el Centro Schacht de Salud y Bienestar cedió el control de sus laboratorios al Hospital Cooley-Dickinson en Northampton. El hospital es parte de un conglomerado más grande de centros de salud de Massachusetts y es un afiliado del Massachusetts General Hospital. Alguien cubierto por SMESC puede ser remitido al laboratorio para recibir servicios como análisis de sangre, análisis de orina y pruebas de embarazo e ITS. No hay copago por usar el laboratorio, pero si el deducible de SMESC aún no se ha pagado por el uso en servicios ambulatorios, se requiere un pago único de $150 para aquellas que obtienen trabajo del laboratorio. Aunque la tasa del deducible no ha subido, este cambio es notable porque la decisión del Centro Schacht de ceder el control del laboratorio a Cooley-Dickinson aplica el pago deducible a cualquier persona que recibe trabajo de laboratorio. Sin embargo, en años anteriores, el laboratorio y los procedimientos de laboratorio fueron realizados por el Centro Schacht de Smith; por lo tanto, el uso de laboratorio no provocó el pago deducible requerido.
Hay un segundo cambio notable para los titulares de SMESC: el copago de $10 tradicionalmente requerido para tratamientos externos de terapia y psiquiatría se eliminó. Este copago presentó una barrera financiera a la atención de las estudiantes que buscan terapia recurrente o citas de psiquiatría, porque los $10 se cobraban cada vez. Las visitas a especialistas médicos en atención de salud física aún requieren un copago, presumiendo que estas visitas son menos frecuentes que los tratamientos típicos de la salud mental.
Este cambio en los servicios de salud mental y terapia forma parte de la reciente iniciativa de Smith por mejorar la forma en que la universidad aborda cuestiones de la salud mental. La presidenta de Smith, McCarthy, comentó que el cambio también tiene la intención de mejorar “cómo se reparten los servicios de salud mental, y garantizar que las personas tengan acceso a ellos.”
Como resultado de una exigencia estudiantil, Smith recientemente ha hecho un esfuerzo en dedicarse a un programa más amplio de salud mental y tratamiento. En el otoño del 2017, Smith se unió a JED Campus, una parte de la fundación JED. El JED Campus está diseñado para guiar a los colegios a través de un proceso colaborativo de desarrollo de políticas y programas para apoyar los servicios de salud mental de los estudiantes, abuso de sustancias y prevención del suicidio. La presidenta McCartney también les ha asignado fondos adicionales a los servicios de terapia para contratar más expertos.
