Translated from English by Izzy Ford
Mientras Smith recibía de nuevo sus estudiantes al campus después de un año de la pandemia, los hipos eran inevitables. Pero la situación frente al programa de alimentación no es solamente un hipo.
Cuando la escuela mandó las últimas noticias en el verano sobre los Servicios de Comedores por el semestre del otoño, alardeaban sobre más opciones, esfuerzos por sostenibilidad, la Café Brújula (recién instalado en la biblioteca Neilson), y comida disponible por 15 horas todos los días- muchos esfuerzos impresionantes. Pero la cosa que sobresalió más fue el número de comedores abiertos- nueve comedores y dos cafés, comparado con doce comedores en el pasado.
Como el departamento de Vida Residencia dice en un correo electrónico a los estudiantes, la escuela tiene una inscripción “mayor que normal,” y el resultado son más estudiantes en los comedores que en años anteriores.
Después de dos semanas con estudiantes en campus, las filas en este sistema chapucero están ensanchadas. Durante la semana, tumultos por almorzar en el comedor Chase-Duckett resultan en filas de estudiantes que derraman de las puertas del comedor y a la acera de la calle Elm.
Los problemas mayores surgen cuando estudiantes están concentrades en áreas específicas de campus- como el periodo de almuerzo en el centro de campus, de 12:05pm a 1:20pm. Los empleados de los comedores, sin culpa propia, no pueden seguir con la cantidad de personas que pasan. Hasta cuando los empleados pueden mantener un flujo continuo de comida, el número total de estudiantes tratando de obtener comida a tiempo anula su preparación.
Añadiendo al problema, pusieron un tope a la capacidad de los comedores, a 50%, por las restricciones del coronavirus- dejando algunes estudiantes que quieren cenar en los comedores incapaz de encontrar una silla. En septiembre, con días cálidos, sentarse afuera es agradable y a veces preferible. Cuando la estación cambia y el invierno en Nueva Inglaterra comienza, sentarse afuera va a ser una demanda irrazonable para les estudiantes.
Con las filas tan largas en los comedores, por algunes estudiantes, obtener comida entre clases puede tomar demasiado tiempo para sentir que vale la pena.
Smith podría haber predicho este problema. Usando Grubhub durante el semestre de la primavera 2021, les estudiantes pudieron ver cuando sus comidas estarían listas. Aun así, sin autoservicio, con seis comedores y un café abiertos y significamente menos estudiantes en el campus, tiempos de espera durante tiempos populares de comida frecuentemente se extendieron más de 45 minutos. Ahora, con el Café Campus y Café Brújula abiertos al plan de alimentos, el tiempo de espera en Grubhub puede ser más de una hora.
Es decepcionante y frustrante ver que mientras Smith hace cambios a los servicios de alimentación, parece que desatendieron pensar en les estudiantes y empleades. Si significa abrir más comedores o reestructurar los tiempos de comer, Smith necesita hacer un cambio antes de que las personas pasen hambre y los empleados se quemen.
[ Imagen: estudiantes cenando a Cutter/Ziskind, Foto por Smith.]